La barcelonesa Maria Victòria Molins recibió anoche, 17 de noviembre, el 32º galardón Alfonso Comín en reconocimiento a su compromiso social con los más desfavorecidos. La entrega tuvo lugar en el Saló de Cent del Ayuntamiento, presidida por la alcaldesa Ada Colau. Molins recordó, con mucha humildad, que su labor se centra en querer a las personas.
Nacida en 1936 en Barcelona, Molins vive en el Raval, donde trabaja desde hace décadas a favor de las personas en situación de exclusión. El jurado destaca “una vida dedicada a estar al lado de las personas más desfavorecidas, acompañándolas, entendiéndolas y queriéndolas”.
Subtil, como cada año, hemos ofrecido el servicio de subtitulación en directo para que las personas sordas que había en la sala pudieran seguir el acto.
El Premio Internacional Alfonso Comín lo concede anualmente desde hace más de 30 años la Fundación Alfonso Comín con la voluntad de reconocer públicamente personas o colectivos comprometidos con un mundo más justo. A lo largo de su historia se ha otorgado a personalidades como Nelson Mandela (1986) o Pedro Casaldàliga (1992) y también a colectivos como el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra de Brasil (2001) o a los niños de la guerra de Sudán (1994).